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Adelante... atrás... he visto tantas veces la película...
Aún siendo la misma siempre es diferente. Las escenas se transforman, se colocan, se descolocan, desaparecen, aparecen, llegan nuevas, se van viejas... al final el conjunto es siempre el mismo. Con el tiempo ha ido madurando, ganando forma, consistencia, haciéndose más amable...

Y hoy... hoy ha llegado el día. Ella ha alcanzado su esplendor y yo he decidido que ya la he visto suficientes veces, no quiero estropearla. Se ha convertido en un clásico, incluso ha pasado de ser en color a blanco y negro!

Es el momento perfecto para guardar el rollo en su caja y saber que estará ahí siempre, como parte de mi filmoteca particular, para verla sólo cuando la ocasión lo merezca y disfrutarla como se merece.